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Mi visita a la fábrica de Caldo Aneto


Muchas veces no nos preguntamos como se hacen los productos que compramos, de qué estan hechos, por eso es interesante ir al mismo lugar donde se fabrican. Llevaba tiempo queriendo conocer la fábrica de Caldo Aneto, al final, gracias a Josep lo conseguí. Sofía, de Mil ideas mil proyectos y yo fuimos invitadas a conocerlo (como ya os conté en instagram).


En este blog ya os he contado otras veces mis visitas a otras fábricas, es una oportunidad de conocer desde dentro como se hace todo, y en este caso, como los caldos de Aneto tienen ese sabor y calidad que les hace únicos.



Al llegar a la fábrica, en el pueblo de Artés, muy cerca de Barcelona, nos encontramos con una gran nave, que empezó siendo una empresa familiar y se fue ampliando. Esta nave, a su vez, está dividida en varias salas.

La primera sala que vimos fue en la que están las 4 ollas grandes de 3.000 litros de capacidad, en ellas estaban haciendo ese día caldo de pollo ecológico, cada día van variando el tipo de caldo.

Cómo estaban en pleno proceso de elaboración fuimos a ver otras salas, para luego al final poder ver el acabado final y como se abrían.

Foto propiedad de Caldo Aneto
 En la sala contigua estaban las hortalizas, llegadas desde Mercabarna o desde agricultores cercanos, allí se pesan, lavan y cortan, ya que así se consigue aprovecharlas mejor, y dar más sabor. También en esta sala había una gran sartén en la que hacen los sofritos para algunos caldos.

Foto propiedad de Caldo Aneto

Estas verduras junto con el pollo son metidas en unas grandes cestas de acero inoxidable, la proporción son de 1.000 kg, y el resto 2.000 kg es agua, después se añade la sal y se dejan cocer unas 3 horas (en el caso de los pescados solo 2 horas) a fuego lento.

Foto propiedad de Caldo Aneto

Pasado ese tiempo, se extraen las cestas, y el caldo pasa a través de unos tubos a la sala de pasteurización UHT , se calienta a 120ºC durante 10 segundos, por este método el caldo dura más de 9 meses.

A continuación, el caldo se envasa,  con ayuda de un robot se van formando los briks y llenando, para luego cerrarse, se van colocando los briks en paquetes de 10 y luego en palés que irán al almacén.

Para garantizar que nos hay contaminación de elementos, después de hacer cada caldo las ollas son lavadas y esterilizadas, por lo que en las 4 ollas hay siempre el mismo tipo de caldo. Entre sus variedades podemos encontrar caldos básicos, de temporada, dietéticos, ecológicos, y para paellas.


Al finalizar el recorrido, pudimos ver como abrían las ollas, sacaban las cestas y probamos, allí mismo, un vaso de caldo recién hecho.

Después fuimos a la cocina, donde hacen las pruebas de todos sus caldos, y comimos una sopa hecha con el caldo de navidad, galets, y pequeñas bolas, después tomamos un plato con garbanzos, carne, butifarra, zanahorias y patatas, para terminar, acabamos con un bizcocho casero.


También hubo tiempo para hacernos la foto con Josep, que nos estuvo acompañando durante toda la visita.


Solo me queda contaros que estoy totalmente convencida, después de ver todo el proceso de elaboración de los caldos, que este grupo de personas solo hace caldos como los que nosotros podríamos en casa, eso si, en ollas mucho más grandes. 




Como curiosidad os diré que además del tamaño de 1 litro, podéis encontrar briks de 1 litro y medio, y de 25 cl. en pak de 3. Los caldos no contienen leche, ni derivados lácteos, tampoco tienen gluten, ni aditivos, ni huevos, son totalmente naturales. 


Seguro que la próxima vez que veáis estos caldos, los mirareis de otra manera.

Si queréis más información podéis entrar en su web 



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